por Fernando Buitrago @fdo_buitrago
La Fuerza del Pueblo es un partido en formación que temprano trató por todos los medios de no «aliarse» y presentar un candidato, son condiciones ninguna y trayectoria 0 en el «viejo partido» con la esperanza de que al menos un regidor saliera por el arrastre, pues carecía de «figura» vendible en Santo Domingo Este.
Fracasó en candidaturas a senador, regidores, alcalde y la diputación obtenida es, incluso, muy discutible hasta hoy día.
Aun cuando se comprende que el partido ha sumado mucha militancia y ha logrado que regidores y un diputado «salte», la realidad es que aún se siente muy débil de cara al 2024.
Un partido que posee una cabeza muy grande, pero un cuerpo casi impresentable en lo que a «figuras» se refiere, acentuado mucho más en Santo Domingo Este, diasporizado y sin mando, hasta el punto que miembros «recién llegados» ya está en candidaturas, sin organización y sin estructuras, debería, en teoría, buscar alguien que les represente en el municipio y debe ser alguien contundente, pues esta vez no arrastrará regidores, sino «fuerza» con vistas a si acaso, engordar la figura de Leonel hacia la presidencia que es casi la única esperanza de ese partido de obtener algo representativo.
La fuerza del pueblo ha sido víctima consciente del oportunismo, pus muchos obsoletos y sin posibilidades en el PLD y en otros partidos, incluso, perdedores del evento 2020, llegaron pensando que siendo un «partido nuevo» alguna posibilidad tendrán de ser señalados o de competir con alguna ventaja sin que esto sea para colmos signo de que ganarían algún puesto en el día D, sino otra vez, perder y arrastrar con ellos el descrédito del partido y sus «huevos» puestos en canastas sin venta alguna.
Aun cuando la figura de Leonel Fernandez, con una alta tasas de rechazo imposible de bajar por el arrastre de hemerotecas que llegan desde el mismo 1996 podría ser potable para la competencia por la presidencia, la realidad es que si el actual gobierno logra contener la crisis como lo ha hecho, sin maltratar la tasa de cambio y reemplaza además impresentables ministros y directores que como lastre le retrasan, el ex-presidente podría estar reeditando a Balaguer levantándole la mano a él gritando «el camino malo está cerrado, cerrado para siempre» siendo el favorecido el actual dueño del podium, Luis Abinader.
Un eventual pacto con un partido ahora mismo «desprestigiado» como el PLD que no se podrá librar de los actuales expedientes judiciales ni de los que vienen, igualarían a la parte verde del otrora sector bochista a los morados, sepultándose en el crédito popular cada día más por lo que hasta ahora el único camino que queda es pactar nuevamente con el PRM para vencer al «viejo partido» que siempre en algunos puntos del país podrán permanecer fuertes en algunas candidaturas, sin embargo, en Santo Domingo Este será muy difícil poder competir contra un alcalde que ganó en el 2016 siendo víctima de un fraude orquestado por el status cuo y venció de forma convincente en el 2020 al poder del gobierno de entonces incluyendo el asfalto y al de las bancas de apuestas, ahora, con una ciudad recuperada y «vendible» como gestión muy exitosa luego de año y medio de guerra mediática impulsada por muchos frentes que al final han sido vencidos.
La Fuerza del Pueblo en Santo Domingo Este tendrá que escoger entre levantarle la mano al actual alcalde si opta por la reelección o pactar entre los viejos compañeros por demás, casi recién derrotados en las pasadas elecciones, pues yendo solo, perdería la apuesta y esta organización no se puede dar el lujo de reeditar la derrota bochornosa del 2020, no está vez, en el municipio más grande y primordial de la República Dominicana.